Basado en hechos reales...
Hacia casi un año que tenían una relación a distancia, se habían conocido en persona y la química era impresionante. Los encuentros podían ser escasos debido a los kilómetros de separación, por ello eran frecuentes las sesiones de cibersexo, se mandaban fotos y videos explícitos. A ella le encantaba ver como salía la leche de su gran polla. 19 cm y muy gorda, acompañada de unos cojones enormes. Manu tenía siempre unas corridas generosas, un autentico semental y es algo que siempre ha fascinado a las mujeres con las que estuvo. También cuando otros hombres se la chupaban, alucinaban con tremendos chorros de lefa caliente. Manu no era gay pero le encantaba disfrutar del sexo y cuando se calentaba, poco le importaba el agujero que se estaba follando, poco le importaba si era de hombre o de mujer. Maria se hizo adicta a esas sesiones en las que se calentaban y fantaseaban con tríos, lluvia dorada, orgias, negros con rabos enormes etc. Era una putita muy caliente que adoraba las pollas, le ponía mucho pensar en mamar, saborear la lefa, desde muy joven se hizo adicta y en la universidad se coronó y aprendió a obtener de los chicos de curso aquello que deseaba. Se hizo una autentica experta en rabos de distintas nacionalidades.
El destino quiso que surgiera un nuevo encuentro en persona como consecuencia de un congreso que se celebraba en su localidad, ella tenia una relación abierta y su marido ya conocía a Manu, sabía que ella se había encaprichado y cuando follaban en más de una ocasión se le había escapado el nombre de su amante. Pablo es bisex y en más de una ocasión le comentó a su mujer que podrían hacer un trio. A ella la simple idea le excitaba muchísimo, mojaba las bragas. Llegó el día y Manu se desplazó al norte y en la estación a su llegada le estaban esperando Maria y Pablo, sonrientes y alegres se besaron. Manu durante el trayecto al coche no dejaba de mirar a Maria, que meneaba el culo como nadie, un vestido ajustado en el que se le marcaba un tanga. Pablo se percató y le comentó...Este finde te dejo que hagas lo que quieras con ella, con la única condición de yo estar presente. Te lo haremos pasar increíble, mientras lo decía miraba el bulto pronunciado en su pantalón. Una vez en el coche Maria se sentó con Manu en los asientos traseros. Sonreía y se la notaba nerviosa y excitada, se acomodaron y ella pegó una de sus piernas a la de Manu, puso su mano encima del muslo y la deslizó hacia la entrepierna. Pablo desde el retrovisor no perdía de vista la carretera y la parte trasera del vehículo. Maria abría las piernas y la minifalda se deslizó hacia arriba, mostrando el encaje minúsculo que tapaba su mojado coño. Se le hacía la boca agua, apretaba el paquete de Manu, deslizó la cremallera y metió su mano para palpar aquella tremenda polla y aquellos huevos tan enormes. Continuará...