Ocurrió hace varios años en un sex shop de una localidad que no viene al caso...Dispone de cabinas individuales en las que puedes ver porno, pajearte y por supuesto abrir una pequeña puerta en la pared para mostrarte y ver lo que hacen en la cabina de al lado, también hay la opción solamente del agujero en la pared sin ver mucho más. Llevaba mucho tiempo con la idea, cada vez que veía un vídeo de esta temática me excitaba muchísimo, el poder mamar o ser mamado por alquilen que no conoces el morbo me parecía enorme y quise llevarlo a cabo. Ciertamente por un lado lo prohibido, de ver como una buena polla sale de ese agujero pidiendo a gritos ser acariciada y mamada. Fueron muchas las experiencias, casi todas positivas pero os narraré la primera de todas en la que pasé varias horas en aquel sitio, me apetecía ser mamado y mamar por igual así que me dispuse a vivir la aventura, llevaba varios días excitado con la idea y con los huevos bastante cargados, una semana sin follar ni nada de sexo, recuerdo que estaba todo el día empalmado y solo el hecho de pensar el el glory me la ponía gordísima. Tenía el día libre y por fin me decidí, nervioso a cruzar el umbral de aquel recinto, en la entrada la tienda y próximo un largo pasillo con cabinas, aparentemente todas ocupadas excepto una de ellas casi al final...Estuve disimulando mirando las cinta de pelis porno con caratulas de pollas, temática gay, corridas etc. Merodeando por la zona un chico joven de piel morena, mulato que miraba las caratulas y parecía interesado en lo que yo hacía, alguna persona más deambulando por el pasillo, como esperando a pescar algo o esperar la oportunidad de entrar en alguna de las cabinas. De una de ellas salió un señor mayor que se me quedó mirando a mi y al chico de piel morena, directamente me miró al paquete que en ese momento era prominente. Aproveché en momento y entré en la cabina que había quedado libre, cerré la puerta, busqué unas monedas me puse cómodo y me saqué la polla, la tenía mojada y muy gorda. En ese momento sentí que en el cabina justo al lado alguien entraba cerraba la puerta y echaba monedas, se escuchaba el sonido de una chica gritando al ser follada a un volumen realmente exagerado, en mi pantalla dos chicos de color daban de mamar a una chica rubia, dos tremendos rabos que casi ni le cabían en la boca, esto hizo que mi polla adquiriera toda su extensión, comencé a tocarme, no me había dado cuenta pero la puertecita de al lado estaba abierta y me fijé que el chico morenito me estaba mirando y pajeandose...Lo miré y el se levantó, se acercó y metió su polla que quedó a la altura de mi cabeza. Era muy larga, calculé de unos 22cm con una cabeza muy gruesa, la palpé y acaricié sus tremendo testículos, me acerqué un poco más y la olí, olía bien, de piel fina y venas marcadas. Por instinto la agarré con mi mano y comprobé su diámetro más gorda que la mía y más larga un autentico pollón moreno, huevos rasurados, colgantes, enormes, me los imaginaba cargados de semen. Acerqué mi lengua y lamí el capullo, tenía la punta mojada, abrí la boca e intenté meterlo en la boca, me costó, así que lamí mejor, puse más saliva y poco a poco abrí mi boca y pude meter un buen trozo. Estaba caliente y más gorda tanto que no podía abarcar toda su longitud a lo sumo la mitad, pero me esmeré, la saboreé mientras le agarraba fuerte los cojones, no pude reaccionar cuando sentí en mi garganta un liquido espeso, entre dulce y agrio que llenaba mi boca y me salía por la comisura de mis labios. El moreno se estaba corriendo y de que manera. La saqué de mi boca y apreté su capullo como ordeñando, para conseguir más lefa, salía mas y más esperma espeso, seguí chupando para dejarla completamente limpia, al bajar su grosor un poco pude meterla más en la boca...Al otro lado escuché en acento francés ¡Gracias tio!